Es común ver en la vida cotidiana personas que con total naturalidad logran sacar provecho de cada una de las adversidades que se les presentan. La gente triunfadora es normalmente de espíritu optimista. Ven siempre el vaso medio lleno. De todos los problemas obtienen un aprendizaje que les hace crecer. Los escollos son oportunidades que les da la vida para ir hacia arriba y salir reforzados. Hay quienes lo aprovechan. Hay quienes no.
De la plantilla actual del cuadro colchonero hay dos jugadores que han logrado interpretar la situación de manera positiva. El primero de ellos es Juanfran Torres. Llegó al Manzanares en el mercado invernal de la temporada anterior para rellenar el vacío dejado por Simao, cuando los “gestores” le despacharon a Turquía. Sólo enfundarse la rojiblanca le tocó saltar al Bernabeu de titular. Prácticamente conoció a sus compañeros sobre el terreno de juego y con el partido en marcha. Con el transcurrir de la liga escasearon cada vez más las oportunidades con Quique a la cabeza. La llegada de Manzano le daba un hilo de esperanza. De Goyo fue la idea de hacerle jugar de lateral derecho como solución de emergencia. Salió con las tablas en la cabeza tras ese primer experimento.
El alicantino no se rindió. Del escollo en el que estaba hundido surgió una nueva oportunidad con la llegada de Simeone. Su lucha en el campo hizo que el cholo lo eligiera para salir a la batalla. Sólo en el primer partido de esta nueva era jugó de extremo, su posición natural. A partir de allí volvió a la zaga. Con la confianza del mister en el bolsillo no ha parado de mejorar. Está interpretando el juego de forma perfecta. Sus movimientos sobre el campo no dejan sospecha alguna de que es un defensa en toda regla. A ello le sumamos que en ataque sabe como hacerlo. Su desempeño ha sido tan notable que ya es habitual escuchar en las tertulias futboleras que incluso podría pensarse en el para la selección. Ha callado bocas por doquier, entre ellas la mía.
El otro futbolista que ha sacado provecho de la situación actual es el canterano Koke. Con los pocos minutos que estaba disputando, con un Manzano que no sabía donde ponerle, se dejaba caer que una cesión en el mercado invernal era necesaria para no frenar su desarrollo. El madrileño se mantuvo en pie. Cada vez que salía a jugar se le veía con ganas y dejaba destellos de buen pelotero. La gran mayoría estaba de acuerdo en que, si se le daba confianza, el chaval se vendría a más. La oportunidad se presentó cuando Diego Ribas cayó en ciclo de amarillas. Jugó de titular ante Osasuna en Pamplona y su presentación fue más que buena. El equipo ganó y el canterano destacó. Luego las lesiones de Arda Turan y Diego le han mantenido en el once. Ahora, cuando vuelvan, será una situación difícil para el cholo quitarle del once. En todo caso ya está comprobado que es un jugador a tomar en cuenta.
Tal y como este par de jugadores han logrado reponerse de las situaciones difíciles, el equipo también debe hacerlo. La derrota en Mallorca es un duro tropiezo, pero hay que levantarse y seguir luchando. La gestión del club sigue siendo pésima. La plantilla es corta y descompensada. Totalmente de acuerdo. Pero también es cierto que el cholo ha logrado que los jugadores se dejen la piel en el campo. El domingo se tiró la primera parte, y en eso Simeone tiene gran parte de responsabilidad. Pero cuando hubo que reaccionar se vio a un grupo de jugadores implicados y con hambre de ganar. Me quedo con eso. Aún en la derrota me sigue gustando ver jugar al Atleti de estos últimos tiempos. Con un poco de fortuna se pudo haber volteado el marcador.
La temporada en números es un desastre. La culpa sabemos de quien es. Pero Simeone es un triunfador, y de este escollo también buscará una nueva oportunidad. Y la tiene a la vuelta de la esquina. El enfrentamiento con los de Bielsa se antoja electrizante.
