lunes, 31 de octubre de 2011

PRIMER MATCH BALL

Después de la debacle del equipo en San Mamés, donde Llorente y lo leones bilbaínos dejaron al Atleti en cuadro de crisis, el partido ante el Zaragoza en el Vicente Calderón se presentaba como un match ball en contra de la continuidad de Gregorio Manzano en el banquillo colchonero. Parece mentira que la historia se repita año tras año. Es como un guión de película dominguera. De esas que hemos visto por la televisión miles y miles de veces, y que ya sabemos cuando, como y donde van a ocurrir los acontecimientos. Siempre arrancamos la temporada con el depósito de ilusión lleno a desbordar. Tras algún buen resultado ocasional, una vez que el equipo muestra sus carencias, que las tiene, y muchas, puesto que la planificación es de tercera regional, viene la desgracia y el apocalipsis. Empiezan los rumores de entrenadores en la recámara. Y tarde o temprano el técnico termina cayendo. Es una clara estrategia de los ocupas del palco para librarse del marrón y seguir operando como les conviene. 

El partido de Bilbao ya se presentaba como un escollo duro de salvar. El equipo de Bielsa venía en una curva ascendente en su juego. Todo lo contrario a lo que venía pasando con el Atleti. Pese a ello, en la primera parte el partido fue bastante equilibrado. Hubo intensidad en el despliegue de ambas escuadras, generándose pocas ocasiones de gol. Un par por cada lado. Las del Athletic se presentaron sobre todo por errores garrafales de algunos defensores colchoneros (a veces es difícil de entender como jugadores de primera división son capaces de hacer el papel de escopeta de feria con tanta facilidad). Empate a cero al finalizar la primera parte. 

Tras la reanudación, los del norte empezaron con más fuerza en la búsqueda del arco rival. Estaban mereciendo alguna recompensa. Como no lograban encontrarla por sus propios medios, Miranda, con un despeje infame a los pies del delantero, y la mala fortuna, se aliaron para que, tras un tiro de Llorente rebotado en Filipe Luis, la bola terminara cruzando la línea de gol a cámara lenta. Pocos minutos después vino el segundo producto de un cabezazo de Llorente a centro de Toquero desde la derecha (Miranda de nuevo dando facilidades). Y otros cuantos minutos después el propio Toquero la anidó en las redes de Courtois, con otro testarazo en jugada a balón parado. En siete minutos el equipo quedó desdibujado y listo para sentencia. 

El post partido se presentó como es habitual cuando hay crisis en la parroquia rojiblanca. La mayoría de los medios de gran cobertura empezaron a publicar la lista de candidatos a suceder a Manzano en el timón de la nave. Pocos se preocuparon en hacer un análisis algo menos simple. Salvo los mismos de siempre (Uria, Iñako, etc) que repartieron los palos de manera más justa y sensata, los demás siguieron el guión de siempre para mantener a salvo a los verdaderos responsables de las penas colchoneras. Y vino el slogan de estos casos. El próximo partido será el ultimátum para el mister!!! 

Llego el día del juicio. No podemos llamarlo final porque ese será el del día que echen a Manzano. El jienense salió de inicio con Adrián en lugar de un Reyes que debió ver el partido desde la grada, como castigo a su manifiesto desagrado cuando fue sustituido en San Mamés. Y fue Adrián el que resolvió para darle oxigeno al entrenador. Un gol antológico de cabeza abrió el camino de la salvación. El Zaragoza no puso demasiada resistencia. A la media hora llegó el segundo, en otra jugada de cabezazos en el área que remató Domínguez al fondo de las mallas. De allí en adelante el partido fue de mero trámite. El equipo dio mejores sensaciones que las que venía dando en los últimos encuentros. Un tercer gol, otra vez de Adrián, al culminar una jugada de Filipe Luis, en la que nos hizo recordar sus mejores momentos con el Depor, y un gol de Postiga para el Zaragoza, cerraron la función. Poco fútbol desplegado y a pesar de la victoria las dudas siguen estando allí. 

Esta semana habrá otro match ball. Partido de Europa League frente al Udinese. Ganar es de vital importancia para evitar complicaciones en el pase a la siguiente ronda. Esperemos que la confianza ganada en este último partido sirva para que se enderece el rumbo, y se encadenen una racha de buenos resultados que permitan navegar con más tranquilidad. En todo caso ya sabemos que la tempestad volverá a llegar en cualquier momento, para volver a poner a Manzano en entredicho. Y que quede bien claro que el mister tiene mucha responsabilidad en lo que ha ocurrido con el equipo. Pero ya cansa el ver rodar cabezas y cabezas de entrenadores de todos los estilos y niveles. Algún día tendrá que caer una cabeza diferente. Hasta entonces continuaremos con el guión dominguero.

3 comentarios:

  1. Excelente resumen, creo que hay que darle continuidad al Mister, otra vez empezar de cero es un Reset que no merece este Atletico.

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  2. El tripote una vez más ya no es tal. Y los resultados acompañan. Manzano erraba. Rectificar es de sabios.

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