martes, 22 de noviembre de 2011

SENTENCIA APLAZADA

Sólo hay dos cosas que rescatar del último partido ante el Levante en el Vicente Calderón. La primera, buena para todos, son los tres puntos conseguidos. Estando en la situación actual, sumar de tres en tres es prioritario. La segunda, buena para Manzano, es que se le extiende, al menos por una semana más, su permanencia al frente del banquillo. No me atrevería a asegurar que va a durar mucho más. La jornada que viene puede ser fundamental en su porvenir. 

Poco más habría que resaltar del encuentro. El Atleti presentó de nuevo su versión apática. Los primeros 45 minutos de juego fueron un autentico despropósito. Salvo una jugada en la que el colegiado se tragó un penalti clamoroso de Farinós sobre Adrián, el fútbol realizado por los de casa fue de nuevo plano, sin ideas y sin ningún tipo de claridad ofensiva. El Levante se limitó a mantener juntas sus líneas para desbaratar una y otra vez los tímidos intentos del cuadro madrileño. Con eso tenía suficiente. 

En la segunda parte, tras el ingreso de Pizzi (reemplazando a Tiago por lesión) y de Reyes (en lugar del Toto Salvio) fue que el partido entró en una tónica mas movida. El portugués ha gozado de pocas oportunidades en lo que va de campaña, pero cada vez que ha saltado al terreno de juego ha mostrado al menos muchas ganas y atrevimiento. Es uno de los pocos jugadores de la plantilla que intenta encarar a los defensas rivales y trata de desbordar para crear situaciones de peligro. A mi entender ha demostrado más que futbolistas como Salvio, que han gozado de más minutos. 


Reyes también se mostró con intensidad. La grada del Calderón está claramente a su favor en los desencuentros que ha tenido, o tiene, con el entrenador. Apoyado en eso, el utrerano participó bastante en el despertar por ráfagas del equipo. Si se centra y se mantiene con el nivel que mostró bajo las órdenes de Quique Sánchez Flores, puede ser pieza fundamental en el porvenir del Atleti. 


Si no es porque el Levante trató de ir arriba, cuando se percató que la zaga rojiblanca estaba dura como un flan, el partido hubiera terminado con un cero a cero. De nuevo hubiera ocurrido. La contra llevada por Reyes, y bien culminada por el voluntarioso Pizzi, cambió el desarrollo de los acontecimientos. El Levante logró el empate al poco tiempo, tras una desatención de la defensa colchonera. 

Y entonces apareció un jugador que me ha convencido por calidad y por implicación. Arda Turan se inventó dos jugadas desbordando por el lado derecho, que dejan patente su enorme capacidad ofensiva. En la segunda de ellas, sólo tres minutos después que el Levante había logrado empatar, puso un centro perfecto para que Adrián empujara la bola a las mallas. Lo del turco es una constante partido tras partido. Puede jugar mejor o peor, pero siempre se le ve con alegría por defender nuestros colores. Le pone garra y se sacrifica por el equipo. Incluso me da la impresión de que, jugando en la posición en la que está apareciendo últimamente, se siente incomodo. A pesar de ello lo intenta sin rechistar. Tiene pinta de ser un jugador que tiene muy claro el sentido de equipo. 

Al final, viejos fantasmas volvieron a sobrevolar por el Manzanares cuando los levantinos anotaron el segundo gol. No pasó de allí, pero en todo caso las sensaciones y el ambiente fueron bastante pobres. 

El récord en casa es, si únicamente nos fijamos en los números, bastante bueno. Cuatro victorias, tres empates y ninguna derrota. Quince tantos a favor por tan sólo cuatro en contra. Nada mal. Lo lamentable está en la carretera. Y ahora nos toca visitar el Bernabeu cuando estamos en uno de los peores momentos en cuanto a fútbol se refiere. Por si fuera poco, no hay certeza de que Falcao llegue a tiempo para el partido. Y si llega estará bajo de forma. También Silvio será baja. Tendremos otra vez a Perea, jugador favorito de los aficionados merengues, como posible inquilino del lateral derecho. Que dios nos pille confesados.

Siempre que llega el derby me entra un optimismo injustificado, pensando básicamente en que la mala racha contra el Madrid se tiene que acabar algún día. Esta vez es distinto. Quisiera que no fuera así, pero las esperanzas que tengo de ganar el sábado son considerablemente mas bajas que la posibilidad de acertar a la lotería. Pase lo que pase, supongo que Manzano seguirá en su puesto. Una inesperada victoria le daría muchísima vida. Una derrota decorosa le dejaría como está. Una goleada de escándalo le pondría listo para sentencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LEER ANTES DE ENTRAR
- No me hago responsable de los comentarios vertidos en esta página.
- Te agradezco escribas desde el respeto y en un ambiente que favorezca la conversación.
- El moderador de esta página se reserva el derecho a eliminar aquellos mensajes que no cumplan el punto anterior.